Las entidades de acreditación cumplen un papel fundamental si hablamos de bienestar animal. Entre otros requisitos, garantizan independencia y rigor a las entidades de certificación. De esta manera, podemos saber si un producto cumple o no con una fiabilidad. Infórmate siempre, busca certificaciones acreditadas en bienestar animal.
Autor: bieaniadmin
PROVACUNO, INTEROVIC y JTT, tienen claro que una certificación, no es lo mismo que una certificación acreditada. Es fundamental aprender a diferenciar entre los dos conceptos si queremos contribuir al bienestar de nuestros rumiantes en granjas. Elige siempre productos con certificación acreditada.
Dentro de la campaña “Compromiso Bienestar Animal Europeo” (2022-2024), los tres organismos defienden el bienestar animal como una ciencia basada en criterios técnicos objetivos con base científica y no como una cuestión ideológica.
El bienestar animal ha sido protagonista de grandes cambios a lo largo de los años. El punto de inflexión para Europa ha sido la importancia que los consumidores europeos han demostrado tener hacia esta nueva práctica ganadera. Este año, con motivo de Festividad de San Antón, patrón de los animales, y dentro de la campaña europea “Compromiso Bienestar Animal Europeo”(2022-2024), las interprofesionales del ovino en España (Interovic) en Hungría (JTT) y del bovino (Provacuno) insisten en recordar a los consumidores la importancia de comprometerse con el bienestar animal de los animales de granja. Principalmente, a través de tres premisas:
- La importancia de estar concienciado y comprometido: Si bien el último Eurobarómetro destaca la preocupación que los europeos tienen por el bienestar animal, es ahora cuando los ciudadanos tienen que convertir sus deseos en actos. Los ganaderos europeos han realizado una importante mejora y transformación en sus granjas para conseguir los máximos estándares y para garantizar este bienestar a través de certificaciones acreditadas que el consumidor puede reconocer en el punto de venta. Todas estas mejoras tienen un coste que se repercute de manera mínima para el consumidor. El precio de un producto certificado y acreditado en bienestar animal hoy en día no es una razón para no consumirlo. Ahora es el momento del ciudadano, porque es el que tiene el verdadero poder del cambio. Tal y como comentó el presidente de Interovic Raúl Muñiz en el I Simposio sobre Bienestar Animal Europeo: “El consumidor final es el que compra el producto, el que manda, por lo que tenemos que ser sensibles a ellos. Nosotros estamos tranquilos porque sabemos cómo producir dentro de los estándares más altos de calidad y bienestar, y es algo que hay que trasmitírselo al consumidor y garantizarle que lo estamos haciendo”.
- La importancia de fijarse en el etiquetado: Los consumidores necesitan herramientas fiables para distinguir en el punto de venta los productos que verdaderamente han tenido en cuenta el bienestar animal. Los certificados acreditados en bienestar animal son, precisamente, esas herramientas capaces de otorgar criterios de transparencia y credibilidad a los consumidores, puesto que, durante el proceso de certificación, hay un tercero (en este caso, ENAC), que acredita la independencia y el proceso de certificación para otorgar la máxima fiabilidad al sello certificado acreditado. Por este motivo, desde Interovic, Provacuno y JTT recomiendan elegir productos que sean certificados acreditados por ENAC.
- La importancia de tener en cuenta a la ciencia: Las tres interprofesionales defienden el bienestar animal como una ciencia basada en criterios técnicos y objetivos y no como una cuestión ideológica. El estado biológico en el que se encuentra un animal es lo más importante a la hora de tener en cuenta su bienestar y la forma de garantizarlo es a través de mediciones y evaluaciones basados en la ciencia a través de estudios fisiológicos y de conducta de los individuos. A la hora de evaluar el estado físico y mental de los animales, se debe tener en cuenta factores científicos medibles, cuantificables y trazables, algo que se defiende en el compromiso con el bienestar animal europeo de las tres interprofesionales y que reitera Javier López, director de Provacuno: “Como sociedad, tenemos el reto de adecuarnos a lo que la ciencia nos vaya marcando. Como ganaderos, para nosotros es fácil y nos da un marco de seguridad al que todos los ganaderos se van a querer sumar, porque lo que la ciencia garantiza es que, si aplicamos el máximo bienestar a nuestros animales, obtendremos la máxima rentabilidad y calidad de nuestras granjas. Y, como empresario también que es, es el objetivo de cualquier ganadero”.
Los animales y el hecho de poseer o no derechos continúa siendo un punto de debate en la sociedad. Fernando Fernández-Savater Martín es un filósofo, profesor de Filosofía y escritor español. Destaca en el campo del ensayo y el artículo periodístico y es premio planeta y premio nacional de ensayo.
Durante el primer Simposio de bienestar animal Europeo organizado por las interprofesionales Interovic, Provacuno y JTT, el filósofo habló de la importancia de no “humanizar” a los animales y recalcó el hecho de que estos no poseen derechos ni deberes “ya que no están en el mundo de las obligaciones morales”.
“Los animales no tienen derechos porque no tienen deberes, es decir, no están en el mundo de las obligaciones morales, pero eso no quiere decir que se les pueda tratar de cualquier modo. Los animales necesitan miramientos, y de alguna forma los seres humanos los cuidan a su modo porque un animal no es una piedra o un árbol. Los animales exigen una forma de cuidado y una forma de generosidad por nuestra parte. “- concluía el escritor.
De esta manera y ante más de doscientos asistentes, el filósofo hizo hincapié en tratar a los diferentes seres de acuerdo con su propia realidad: “No podemos tratar a un animal como si fuera una piedra igual que no podemos tratar a un cuadro de Velázquez como si fuera un trapo colgado en la pared. El distinguir y discernir es en lo que consiste la ética” y continuó afirmando que los animales son seres vivos, “pero no son humanos por lo que aplicarles nuestras mismas pautas sería alterar su esencia”.
Según Fernando Savater, los humanos conocemos el dolor, al igual que el resto de los animales, pero también el sufrimiento, algo que se convierte en una de nuestras exclusivas:
“Hay personas que por sentimentalismo o religión no quieren comer determinados alimentos y esto es totalmente libre. Lo que no es libre es imponer eso como la única vida social y sobre las formas de vida tradicionales y, además, que lo hagan en nombre de la ética, como si la moral exigiese ese tipo de comportamientos. Yo he sido 40 años profesor de ética y moral y les puedo decir que no es verdad. La moral no exige semejantes cosas.” Reafirmaba Savater durante el evento.
En la actualidad, la sociedad europea continúa evolucionando hacia nuevos modelos de consumo que tienen como base la preocupación por el bienestar animal de los animales en las cadenas productivas. Durante este primer Simposio a escala europea, científicos, técnicos y diferentes skateholders de toda la cadena productiva pudieron debatir, ofrecer diferentes opiniones y conocer los últimos avances científicos y técnicos en torno al bienestar animal en los animales de producción.
Las interprofesionales del vacuno y del ovino tanto en España como en Hungría (Interovic, Provacuno y JTT) recibieron la cálida felicitación de todo el sector ganadero-cárnico gracias a la organización, el pasado mes de noviembre, del primer Simposio de Bienestar animal a nivel europeo. El reconocimiento se produjo gracias a la labor de las tres interprofesionales por unir a diferentes representantes de la cadena productiva y poner en el foco el bienestar animal, un problema que cada vez más preocupa a los ciudadanos de toda Europa.
Gracias a la labor de estos organismos, técnicos y científicos del sector convergieron en un mismo espacio con el objetivo de poner el bienestar animal en el foco de la opinión pública. En palabras de Javier López, director de Provacuno: “Sin el bienestar de los animales no hay ninguna producción que sea eficiente. Sin un bienestar animal las industrias no pueden tener un producto adecuado para el consumidor, por lo que tenemos que hacer un ejercicio de comunicación en este tipo de eventos para trasladar a la sociedad cuál es el papel que cumple este tipo de Simposio dentro de lo que es la producción ganadera”.
Grandes referentes del sector como la veterinaria de la UECBV Carolina Cucurella o el filósofo Fernando Savater tuvieron ocasión de debatir y aportar nuevas ideas y conceptos al estado en el que se encuentra actualmente el bienestar animal. Según la opinión de Cucurella: “en el momento que los animales tienen un buen nivel de bienestar, son animales que van a llegar a la mesa del consumidor proporcionando una seguridad basada en que ese producto ha sido obtenido con buenas prácticas a lo largo de toda la cadena.”
En esta línea, se recalcó la importancia de comunicar en todo momento a la sociedad los trabajos de mejora y el esfuerzo que el propio sector realiza en este sentido, y se ejemplificaba con iniciativas como este primer Simposio de Bienestar Animal con carácter anual, como así hacía Luis Gosálvez, miembro fundador de SEPROBA y director del Comité Científico del Simposio: “Los sectores ganaderos tienen muy buenos profesionales y además quieren muchísimo a sus animales. Uno no se mete a ganadero porque quiera hacer mal a los animales. Con eso hipoteca su casa, se implica personalmente… pero esto además de hacerlo, tiene que decirlo. La política de callar no vale para nada en un debate tan particular, donde se tiende tanto a los sentimientos”.
Según afirma la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la agricultura (FAO), existen diversas estrategias destinadas a garantizar la implementación de buenas prácticas de bienestar animal: códigos voluntarios, generalmente desarrollados por la industria; planes de negocios; diferenciación de productos que permiten a los consumidores hacer elecciones de compras, desarrollo de programas de internacionalización y aplicación de normas y acuerdos internacionales suscritos por organizaciones o convenios intergubernamentales.
Independientemente de la estrategia que se implemente, siempre se debe realizar un análisis previo basado en las condiciones locales para determinar qué programas son más efectivos para promover buenas prácticas de bienestar animal y cómo la implementación de estos programas beneficia a los animales, las personas y el medioambiente.
Raúl Muñiz, presidente de la interprofesional Interovic reconoció una evolución constante en los compromisos del sector con el bienestar de los rumiantes e insisitió en que, como interprofesional, tienen el reto de saber transmitir a una sociedad, cada vez más alejada del enclave rural, cuáles son los avances y las dificultades a las que se enfrentan las producciones ganaderas: “nosotros estamos tranquilos porque sabemos cómo producir. Sabemos que producimos dentro de los mayores estándares de calidad y bienestar, pero eso hay que transmitírselo al consumidor, darle garantía de que realmente lo estamos haciendo.” – resaltaba Muñiz.
El amor animal y su origen ganadero
Hace más de 10 mil años, el hombre primitivo ya ejercía el oficio de la ganadería. Con el paso del tiempo, esta práctica fue mejorando y se consiguió incluir grandes mejoras en la calidad de vida los animales. Tal era la importancia de la ganadería que se convirtió en un motor clave para la agricultura y viceversa ya que los restos de alimentos o alimentos no aptos para el consumo humano eran destinados para el ganado.
La ganadería y, por ende, los ganaderos, representan un gran salto en la historia. Con el uso de estas prácticas, la sociedad evolucionó hacia sistemas de consumo como los de hoy en día, donde la sostenibilidad y las prácticas responsables con los animales forman parte intrínseca del oficio.
Actualmente y siguiendo las anteriores líneas, los ganaderos se dedican a cuidar y criar al ganado. Parece una tarea sencilla, pero velar por las condiciones salud y bienestar animal en la que se encuentran sus animales requiere de tiempo, sacrificio y esfuerzo. Tanto, que para asegurar sus producciones y garantizar el bienestar de sus animales, no dudan en sacrificar casi toda su vida al sector.
Garantizar el mayor nivel de bienestar animal es una inversión que a la larga supone costes, sacrificios y pasión por los animales.
Los trabajadores dedicados al cuidado de los rumiantes durante el proceso de cría, los conocen, observan y analizan siguiendo ciertos parámetros (en este caso los de la Unión Europea, los más exigentes del mundo). Los veterinarios y ganaderos están presentes durante todo el ciclo de vida del animal, atendiendo los embarazos, presenciando partos y vigilando el estado de las crías. Es un oficio en el que no existe el tiempo, los fines de semana o los festivos ya que los animales, siguen necesitando atención y cuidados.
Gracias al compromiso con el bienestar animal que cada día está más presente en la vida de los europeos, factores como las instalaciones, comederos y bebederos incluso el lecho donde se tumban y las proporciones del espacio de cría, se aseguran y vigilan en todo momento. A su vez, los avances y el compromiso por el cuidado animal de todo un sector han permitido que hoy en día los sistemas de producción europeos puedan garantizar, por si solos, el bienestar de los animales.
Ya sea una producción en extensivo o en intensivo, existen parámetros e indicadores suficientes para hacer un correcto seguimiento diario de los animales y garantizar que su vida se ha desarrollado siguiendo el principio de las Cinco Libertades y los compromisos que marca el Decálogo “Compromiso Bienestar Animal Europeo”.
Porque, al final de todo el proceso, se defiende imperiosamente una única verdad: el compromiso de todo un sector, depende del bienestar de sus animales.
Los cambios bruscos de temperatura son un grave peligro tanto para animales como para humanos, con importantes efectos en la salud que abarcan desde deshidratación, calambres, síncopes, arritmias y otras muchas afecciones que pueden, incluso, producir la muerte. Después del que ha sido el cuarto verano más caluroso desde 1950, y ante un panorama en el que las olas de calor parece que cada vez se repetirán con mayor frecuencia, contar con sistemas que puedan controlar la temperatura y evitar los cambios bruscos es fundamental si se quiere garantizar el bienestar de los animales.
De este modo, las certificaciones acreditadas en bienestar animal impulsadas por las interprofesionales españolas Interovic y Provacuno y la húngara JTT se convierten en una herramienta clave en la gestión que puede, entre otros aspectos, llegar a combatir el estrés térmico en los animales al estar basadas en parámetros científicos y contar con sistemas de registro que permiten hacer un seguimiento y, en caso de que fuese necesario, introducir las oportunas mejoras de las condiciones.
Combatir el estrés térmico a partir del rigor científico y el seguimiento continuado
La mejora continua no admite correcciones puntuales, sino que requiere de un registro de mediciones continuadas basadas en criterios científicos como, por ejemplo, la medición de las condiciones de humedad, ventilación, nivel de CO2, etc. Estos registros de parámetros medibles, reproducibles y con base científica, son los que permiten a ganaderos y técnicos mejorar las instalaciones y condiciones de vida de los animales de granja.
“En el caso del vacuno de carne y del ovino y caprino en España y Hungría, una granja con certificación acreditada en bienestar animal está obligada a mantener un registro continuado y diario de más de 80 parámetros basados en criterios científicos, entre los que están los que controlan el efecto de los cambios de temperatura en el estado de salud y bienestar de los animales”, Tomás Rodríguez, director de Interovic
Por esta razón, cada día son más los granjeros y técnicos de explotaciones que ven las grandes ventajas que las certificaciones acreditadas en bienestar animal, impulsadas por las interprofesionales Provacuno, Interovic y JTT, les pueden aportar. Por un lado, en cuanto a la credibilidad y fiabilidad que supone para el consumidor, ya que una entidad acreditada por ENAC es la que garantiza estos registros, y, por otro, en cuanto a las mejoras continuas en la productividad e incluso en la rentabilidad que los sistemas de seguimiento, control y trazabilidad que las certificaciones acreditadas les aportan.
“El seguimiento de parámetros con base científica genera una gran tranquilidad al ganadero que tiene la confianza de que sus animales están siempre en estado óptimo y que cuenta con un sistema que le avisa en tiempo real de cualquier incidencia que les pueda afectar”, añade al respecto Javier López, director de Provacuno.
La sostenibilidad actualmente forma parte de nuestro futuro. A raíz de los datos que evidenciaban esta conclusión, la Unión Europea aprobó en 2019 el Green Deal o Pacto Verde Europeo con el objetivo de que Europa, se convierta en el primer continente en alcanzar la neutralidad climática en 2050. Según palabras de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, «el momento del hombre en la Luna para Europa».
Esa apuesta por alcanzar un sistema económico sostenible, es la única tabla de salvación a la que se aferra Europa tras la crisis evidenciada por la llegada del COVID-19. Entre las medidas sostenibles adoptadas, está la estrategia “farm to fork” centrada en mejorar los actuales sistemas de alimentación hacia producciones más sostenibles que permitan satisfacer las necesidades de la población de aquí a 2050
¿De la granja a la mesa o de la ciencia a la mesa?
La estrategia “De la Granja a la Mesa” está diseñada desde el punto de vista del consumidor y del productor, su importancia radica en que pone a estos dos elementos en el centro del enfoque. El principal objetivo de esta estrategia integral consiste en aceptar el desafío de producir y consumir alimentos de manera justa y sostenible para el planeta.
En un sistema de producción respetuoso con el medioambiente como supone este pacto sostenible, no podía faltar el respeto por los animales. Entre los conceptos que se defienden se encuentra una amplia revisión de la legislación sobre bienestar y protección animal y la necesidad de reconocer las condiciones de vida y los derechos fundamentales de los animales.
Sin embargo, es importante recordar que el verdadero mecanismo que hace que todos estos procesos sean verificados y contrastados es la ciencia. Un animal controlado y vigilado bajo parámetros científicos cuantificables y demostrables, es un animal sano y tranquilo. De esta manera, si se tiene en cuenta el bienestar de los animales moral y éticamente existe una responsabilidad social y a su vez, se consiguen niveles óptimos en seguridad alimentaria ya que está demostrado que protegerlos en este sentido puede ser un factor importante en la disminución de la propagación de enfermedades.
Bienestar animal en el corazón de la sostenibilidad
El desarrollo económico sostenible pone a la comunidad internacional en el punto de mira a la hora de mejorar el bienestar, la calidad de vida y expandir la libertad a nivel mundial. Dentro de esta carrera en post de la supervivencia del planeta ha entrado a formar parte el bienestar animal. La sostenibilidad y un modelo económico verdaderamente eficiente dependen del cuidado y respeto hacia nuestros animales.
En el 18º Congreso Mundial de la Carne, celebrado en 2010, la temática referida a la cooperación mundial en el bienestar del ganado estuvo dada por Daniela Battaglia, oficial de producción ganadera en la División de Producción Animal y Salud de la FAO. Durante el encuentro, Battaglia señalaba el bienestar animal está directamente relacionado con derechos tan fundamentales como el derecho a la alimentación y nutrición adecuadas, sustento, condiciones de trabajo dignas, y justicia social en general; y con bienes globales tan comunes como la biodiversidad y los recursos naturales.
Actualmente, en el informe “Bienestar Animal en el corazón de la sostenibilidad”, de la FAO y el Departamento de Agricultura y Protección al Consumidor, se subraya la necesidad de que el bienestar animal sea prioridad para la sostenibilidad, y se reconoce que la producción y el bienestar animal están indisolublemente ligados con cuestiones éticas, políticas, económicas, ambientales y sociales.
Las interprofesionales del vacuno de carne español, Provacuno, y del ovino y caprino español y húngaro, Interovic y JTT, así lo han creído y es por ello que han querido desarrollar unos referenciales de calidad que pudieran ser fiables y garantizar verdaderamente el bienestar animal asi como la mejora continua en esta materia. Para estas tres interprofesionales la cuestión no es “cumplir requisitos o parámetros” sino poder avanzar cada día, mejorar las herramientas de medida, adecuar las instalaciones y que cada día, se pueda tener una mayor fiabilidad de que lo que se hace es lo correcto y adecuado con plena certeza.
Todo esto se ha materializado a través de su “Compromiso Bienestar Animal Europeo” y un ambicioso plan de promoción financiado con fondos europeos que va a culminar pronto su primer año de ejecución para la promoción y divulgación del bienestar animal de los rumiantes de aptitud cárnica.
Una certificación es un procedimiento habitual a través del cual un organismo da una garantía por escrito de que un producto, proceso o servicio está conforme a los requisitos especificados. De este modo, los sellos de certificación se han convertido en una herramienta indispensable para el consumidor que quiere tener garantías y fiabilidad sobre las promesas que un producto le realiza.
Pero hay cosas que pueden parecer lo mismo, sí, pero no lo son ni de broma. De este modo, una certificación acreditada es, sí o sí, evaluada en auditoria por ENAC por lo que cuenta con una garantía adicional que le da la acreditación oficial. Sin embargo, en las certificaciones que NO han sido acreditadas, la fiabilidad es desconocida.
Igual que un país solo puede tener un presidente, con las entidades de acreditación, pasa igual, solo puede tener una.
Una Entidad Nacional de Acreditación es una entidad reconocida por la legislación internacional, como la responsable de evaluar y reconocer la conformidad de los organismos evaluadores: organismos de certificación, laboratorios de ensayo, laboratorios de calibración, entidades de inspección, etc. Cada país tiene designada la suya. En el caso de España, la Entidad Nacional de Acreditación es ENAC.
Las Entidades Nacionales de Acreditación son los entes encargados de evaluar mediante las correspondientes auditorías a los organismos que evalúan la conformidad (laboratorios, entidades de inspección, de certificación y de verificación o validación, entre otros) y de este modo, garantizar que son técnicamente competentes.
Es por esto que no todas las certificaciones son iguales ni ofrecen las mismas garantías y fiabilidad. Solo aquellas certificaciones que han sido acreditadas por una Entidad Nacional de Acreditación, como es ENAC, cuentan con la garantía adicional que ofrece la acreditación.
De este modo, la certificación acreditada se convierte en una garantía máxima de fiabilidad para el consumidor gracias a que la entidad que avala la certificación debe rendir cuentas de su trabajo ante ENAC. Así, durante el proceso de certificación acreditada, se evalúan y verifican tanto los compromisos que el producto adquiere a través de la certificación, como el propio proceso de certificación en sí y, por ende, a la entidad que hace dicho proceso de certificación.
El bienestar animal de los rumiantes, un compromiso ineludible.
Las interprofesionales del vacuno de carne español, Provacuno, y del ovino y caprino español y húngaro, Interovic y JTT, consideran que el bienestar animal de los rumiantes es “un compromiso ineludible”, razón por la que animan a los ganaderos a que apuesten por certificados acreditados en bienestar animal basados siempre en criterios científicos trazables y reproducibles en el tiempo.
Solo de este modo, los consumidores podrán tener plenas garantías y fiabilidad de que los productos que consumen han sido verdaderamente producidos con el máximo respeto y cuidado de los animales.
En este sentido, Javier López, director de Provacuno, considera que “los certificados acreditados son los únicos fiables para el consumidor porque tras ellos está una Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) que actúa como garante de la fiabilidad, la transparencia y la independencia durante el proceso de certificación”.
Por su parte, Tomás Rodríguez, coordinador de Interovic, matiza que “otro de los aspectos clave para generar confianza en el consumidor es que la certificación se base en criterios científicos trazables, medibles y reproducibles en el tiempo, única manera para que el consumidor tenga plena fiabilidad de que el bienestar de los animales es demostrable”.
Para qué sirven las entidades nacionales de acreditación y porqué sin ellas esto sería la jungla
- Tienen carácter internacional y están coordinadas a través de la International Accreditation Forum (IAF)
- Permiten homogeneizar los criterios de evaluación de manera internacional, aplicando requisitos establecidos en normas ISO
- Son quienes garantizan la independencia y rigor de los organismos evaluadores (entidades de certificación, laboratorios de ensayo, laboratorios de calibración, entidades de inspección, etc.)
- Cada país tiene la suya. En el caso de España, la Entidad Nacional de Acreditación es ENAC
Cuando la certificación acreditada además, se convierte en una herramienta de mejora de la rentabilidad y la productividad
La certificación acreditada supone la puesta en práctica en la granja de un proceso que obliga al registro de datos e indicadores. Este seguimiento diario, dota a los granjeros de un sistema de control y trazabilidad que permite analizar la información para garantizar el bienestar animal y la mejora continua.
De este modo, el proceso de certificación acreditada no solo es un garante del bienestar de los animales, sino que se convierten en una valiosa herramienta para la mejora de la rentabilidad de las granjas.
En este sentido, para Sandor Kukovic, coordinador de la interprofesional húngara de ovino y caprino, JTT, “una granja es una empresa que tiene que generar rentabilidad y que depende en primer lugar del estado de salud y bienestar de los animales. Un animal sano y en buen estado produce más y mejor que uno que no lo está. Pero, más allá de eso, el registro de datos de seguimiento a los que te obliga la certificación acreditada permite al granjero aplicar in situ mejoras tecnológicas y operativas que no solo inciden de manera directa y positiva en el bienestar de los animales, sino que suponen una mejora de la rentabilidad y una disminución de costes”.
Los animales manifiestan constantemente comportamientos, posturas o maneras de relacionarse que nos dicen mucho de su estado físico y psicológico. Analizar y medir estos factores, como mencionábamos en anteriores posts es algo crucial para poder establecer los máximos criterios de fiabilidad en bienestar animal en las granjas.
Gracias al análisis exhaustivo de los parámetros en bienestar animal realizados por expertos profesionales en la materia se podrá:
- Prestar primeros auxilios a los animales que lo necesiten
- Evitar que sufran enfermedades
- Parar posibles enfermedades a tiempo
En las granjas comprometidas con el bienestar animal europeo es fundamental la relación que se establecen entre veterinarios y ganaderos. Cuando los animales se encuentran reposando tranquilos dentro del recinto o ejerciendo comportamientos propios de su especie, se analiza y procesa cada información manifestada, siempre teniendo en cuenta los estrictos parámetros científicos europeos en materia de regulación.
En este sentido, por ejemplo, la interprofesional del vacuno de carne (Provacuno) y las de ovino y caprino español y húngara (Interovic y JTT) han desarrollado unos referenciales de calidad que contemplan y analizan hasta más de 80 parámetros, todos ellos criterios abalados por la ciencia.
Hay múltiples indicadores que manifiestan si un animal está en un estado óptimo de bienestar en términos de salud. Solo como ejemplo podemos enumerar los siguientes:
- Aspecto: Un animal sano se encuentra en alerta y pendiente del entorno que le rodea. Se muestra activo y con la cabeza alta apoyado en todas las extremidades. Cuando un animal se separa del grupo se debe analizar el porqué de su comportamiento y gestionar de la mejor manera el caso.
- Movimiento: El movimiento también dice mucho de los animales. Hay que observar factores tan simples como el tiempo que permanecen tumbados o las veces que ingieren comida a lo largo del día.
- Ojos: Los ojos brillantes, sin lágrimas en los ángulos, son un claro indicador de bienestar animal.
- Orejas: las orejas forman parte de las articulaciones más inquietas de los rumiantes, junto con la cola. Si estas se mueven todo el rato significa que el animal está atento a todos los estímulos que le rodean, lo que supone una señal positiva en bienestar.
- Hocico: En las vacas, gozar de buena salud está relacionado con un hocico húmedo, no seco. En el caso del ovino y caprino ocurre lo contrario, la nariz debe estar fría y seca.
- Boca: El rumiante no debe gotear saliva. Si la forma de masticar es lenta puede que tenga problemas en los dientes.
- Respiración: Durante el descanso se puede ver si un animal goza de buena salud al notar su respiración suave y regular. A veces, el movimiento y el tiempo cálido aumentan la velocidad de la respiración por eso es tan importante saber analizar cada factor.
- Rumia: el ovino, caprino y bovino, rumien unas seis-ocho horas cada día. La rumia es un buen indicador de bienestar animal en cuanto al comportamiento.
Es importante entender que la evaluación y detección a través de algunos de estos indicadores debe ser rigurosa y trazable y debe ser controlada y registrada. Solo de este modo se evitará emitir falsos diagnósticos y exponer a los rumiantes a testimonios subjetivos. Así mismo, la medición y el control debe estar acompañada de un adecuado plan de actuación en cada caso que sea capaz de asegurar unas condiciones adecuadas en cada caso.
De este modo, el estudio de los comportamientos, actitudes y factores físicos propiciará un control sobre aquellos elementos que pueden estar influyendo negativamente en el bienestar animal de los rumiantes; su registro, permitirá su análisis y evaluación y el plan de actuaciones garantizará la toma de medidas adecuadas para eliminar los riesgos y garantizar el bienestar animal.