La legislación internacional sobre bienestar animal se basa en las cinco libertades fundamentales de los animales. Esto significa que los animales tienen derechos que también son obligaciones para los humanos.
Los animales tienen derecho a un alojamiento confortable que les proteja de las tensiones ambientales, por lo que es obligación del propietario proporcionarles todas las condiciones necesarias, incluido el refugio y los lugares de descanso:
- Hay que tener en cuenta el diseño del suelo en relación con el tamaño y el peso del animal.
- La zona de descanso debe estar seca, limpia, tener una capacidad de drenaje adecuada y ser segura para los animales en todos los aspectos.
- Si el transporte del animal es inevitable, debe hacerse sin causarle heridas ni dolor, de acuerdo con los principios de la cría ética de animales, proporcionándole comida, agua y protección contra las inclemencias del tiempo (transporte cubierto).
- El malestar y el sufrimiento son conceptos que no se pueden medir con exactitud en los animales, pero sí que pueden detectarse a través la constante vigilancia en los patrones de comportamiento que resultan anormales y siguiendo los criterios de la ciencia. Esta metodología será fundamental para evitar la sensación prolongada de malestar que les puede provocar ansiedad, miedo o depresión.